lunes, 5 de marzo de 2012

LIBROS


CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA
Autor: Gabriel Garcia Marquez
INTRODUCCIÓN
Desde las primera líneas de Crónica de una Muerte Anunciada, el lector ya sabe cuál es el final de la novela, lo que desconoce son las causas de la muerte tan anunciada de Santiago Nasar y cómo se produjeron los hechos que le costaron la vida. Paso a paso, a través de testimonios distintos, se va construyendo la crónica de una de las muertes más anunciadas.

RESUMEN
El día que mataron a Santiago Nasar, se levantó a las 5:30 de la mañana, después de haber asistido el día anterior a la boda de Ángela Vicario. Se dirigía al puerto para recibir al obispo que venía en barco a darle la bendición al pueblo. Santiago era el hijo único de un  matrimonio por conveniencia, era rico, su padre era árabe, tenía una hacienda y le gustaban las armas, mientras que su madre era sensible y sólo amaba a su hijo.
Esa mañana, Santiago sentía un dolor de cabeza y había tenido sueños extraños la noche anterior, pero ni él ni su madre, Plácida Linero, previeron el peligro que le esperaba. Salió vestido de lino blanco después de haber desayunado. Victoria Guzmán, la cocinera, estaba enterada de que iban a matar a Santiago, pero no le dijeron nada porque en el fondo, Victoria Guzmán deseaba que lo mataran. En el suelo, había una carta de advertencia para Santiago en donde le especificaban quiénes lo matarían, por qué razones y a qué hora lo harían, pero cuando Santiago salió, ni él ni nadie la vio hasta después del asesinato.
Santiago Nasar salió por la puerta principal y se dirigió rumbo al puerto. Al pasar cerca de la tienda de Clotilde Armenta, Pedro y Pablo Vicario, gemelos de 24 años, ya estaban esperando a Santiago para matarlo, sin embargo, Clotilde les pidió que dejaran sus asuntos para después por respeto al obispo.
El obispo no bajó del barco y desde allí dio la bendición. Santiago se sentía decepcionado, pues esperaba besarle la mano. De regreso se encontró con Margot, la hermana del narrador, quien invitó a Santiago a la casa a desayunar, pero éste prometió regresar en cuanto se cambiara de vestimenta. Muchos de los que estaban en el puerto sabían que a Santiago Nasar lo iban a matar. Don Lázaro Aponte, alcalde municipal, creyó que ya no corría ningún peligro, asimismo, el padre Carmen Amador. Cuando Margot caminaba rumbo a su casa, se enteró del escándalo que circulaba: la hermosa Ángela Vicario, que se había casado el día anterior, había sido devuelta a casa de sus padres porque el esposo encontró que no era virgen. Nadie podía explicarle cómo fue que el pobre Santiago Nasar terminó comprometido en semejante enredo, pero sí sabía con seguridad que los hermanos de Ángela lo estaban esperando para matarlo. Margot le contó a su madre la posible tragedia y ella salió rápidamente para avisarle a Plácida acerca de los intentos de asesinato contra su hijo, sin embargo, cuando iba en la calle, le dijeron que ya era muy tarde, Santiago ya había sido asesinado.

II

Bayardo San Román, el hombre que devolvió a la esposa, había venido por primera vez en agosto del año anterior: seis meses antes de la boda. Andaba por los 30 años, era muy rico, tenía los ojos dorados, de cintura angosta y parecía un hombre triste. Nadie supo nunca a qué vino realmente, se decía que andaba de pueblo en pueblo buscando novia para casarse. La noche en que llegó dio a entender en el cine que era ingeniero de trenes y habló de la urgencia de construir un ferrocarril. Nunca se estableció muy bien cómo se conocieron él y Ángela, pero supuestamente un día Bayardo vio a Ángela caminar por la calle junto con su madre y dijo que se casaría con ella, posteriormente, hubo una feria en donde se subastaron varias cosas y Ángela era quien cantaba las cifras. Bayardo compró todos los artículos de la rifa y en especial la ortofónica, la cual envió a casa de Ángela envuelta y adornada para regalo por su cumpleaños.
Ángela Vicario era la hija menor de una familia de recursos escasos. Su padre, Poncio Vicario, era ciego y orfebre de pobres. Purísima del Carmen, su madre, había sido maestra de escuela hasta que se casó. Las dos hijas mayores de Pura se habían casado muy tarde y una hija intermedia falleció de fiebres crepusculares.
Ángela era la más bella de las cuatro, pero tenía un aire desamparado y una pobreza de espíritu que le aguardaban un porvenir incierto.
Al muy poco tiempo, Bayardo San Román le propuso matrimonio a Ángela. Ella no estaba muy convencida de convertirse en su esposa, pero él había atrapado con sus encantos a la familia Vicario y además representaba una gran bendición, tomando en cuenta el estatus social de la familia. La madre de Ángela pidió que Bayardo San Román acreditara su identidad, pues hasta entonces nadie sabía quién era. Bayardo trajo a su familia para ponerle fin a las distintas conjeturas y chismes que circulaban en el pueblo acerca de su identidad. Eran cuatro: la madre, Alberta Simonds, una mulata grande de Curazao que hablaba el castellano mezclado con el papiamento; las hermanas, acabadas de florecer, parecían dos potrancas sin sosiego y el padre, la carta grande: el general Petronio San Román, héroe de las guerras civiles del siglo anterior y una de las glorias mayores del régimen conservador por haber puesto en fuga al coronel Aureliano Buendía en el desastre de Tucurinca. 
El día de la boda se fijó pronto y hubiera sido antes de no ser por el luto que guardaban los Vicario. Ésta se iba a celebrar en casa de la familia Vicario, la cual requería de remodelaciones para la cantidad de invitados, incluso Bayardo alquiló las casas de los vecinos para que tuvieran más espacio para el baile. Asimismo, ya estaba dispuesto el nuevo hogar de la pareja, una casa en la colina que pertenecía al viudo Xius y era la casa más bonita del pueblo, pues desde allí se veía el paraíso sin límites de las ciénagas cubiertas de anémonas moradas, y en los días claros de verano se alcanzaba a ver el horizonte nítido del Caribe y los trasatlánticos de turistas de Cartagena de Indias.
Nadie hubiera pensado que Ángela Vicario no fuera virgen, dado que nadie le había conocido ningún novio anterior y había crecido junto con sus hermanas bajo el rigor de una madre de hierro. Ella quería suicidarse pero a falta de valor resolvió contarle a su madre, quien le aseguró que casi todas las mujeres perdían la virginidad en accidentes de la infancia y que habían trucos para engañar al marido con la reposición de otra sábana que pudiera exhibir en su primera mañana de recién casada, la sábana de hilo con la mancha de honor. Ángela se casó con esa ilusión y Bayardo San Román debió casarse con la ilusión de comprar la felicidad con el peso descomunal de su poder y fortuna, pues cuanto más aumentaban los planes de la fiesta, más ideas de delirio se le ocurrían para hacerla más grande. El general Petronio San Román y su familia llegaron en un buque de ceremonias del Congreso Nacional, junto con varias personalidades distinguidas y muchos regalos. Al novio le regalaron un automóvil convertible con su nombre grabado en letras góticas y a la novia le regalaron un estuche de cubiertos de oro puro.
El acto final terminó a las seis de la tarde, cuando se despidieron los invitados de honor y el buque se fue con las luces encendidas, dejando un reguero de valses de pianola. Los recién casados aparecieron poco después en el automóvil descubierto y después de festejar un rato, Bayardo ordenó que siguieran bailando por cuenta suya y se llevó a la esposa aterrorizada para la casa de sus sueños donde el viudo Xius había sido feliz. La parranda pública se dispersó en fragmentos hasta la media noche. Santiago Nasar, quien gustaba de hacer cálculos sobre los gastos de la fiesta, estuvo festejando y bebiendo con el narrador, Enrique, Cristo Bedoya e incluso con los hermanos Vicario 5 horas antes de que lo mataran.
Por la madrugada, Bayardo San Román entregó a su suegra a Ángela Vicario, sin pronunciar una sola palabra, posteriormente se despidió de Pura con un beso en la mejilla.
Pura Vicario golpeó con mucha rabia a su hija y cuando los gemelos volvieron a casa, un poco antes de las tres de mañana, escucharon la sentencia que Ángela hacía en contra de Santiago Nasar, el que supuestamente la despojó de su virginidad.

III

El abogado de los Vicario sustentó la tesis del homicidio en legítima defensa del honor, que fue admitida por el tribunal de conciencia, y los gemelos declararon al final del juicio que lo hubieran hecho mil veces más por los mismos motivos. Los gemelos se rindieron ante su iglesia pocos minutos después del crimen. Ambos estaban exhaustos por el trabajo bárbaro de la muerte, y tenían la ropa y los brazos empapados.
Habían empezado a buscar a Santiago Nasar en la casa de María Alejandrina Cervantes, pero de haber sido cierto, jamás hubieran vuelto a salir de allí, pues María Alejandrina, quien llevaba un negocio de casa de citas con mulatas, le tenía un profundo respeto a Santiago, quien en su adolescencia estuvo enamorado de ella hasta que su padre descubrió el amorío. Por consiguiente, los gemelos fueron a esperarlo en la casa de Clotilde Armenta.
Nunca hubo una muerte más anunciada. Después de que la hermana les reveló el nombre, los gemelos Vicario pasaron por el depósito de la pocilga, donde guardaban sus cuchillos para descuartizar cerdos, y escogieron los dos mejores que tenían. Los envolvieron en un trapo y se fueron a afilarlos en el mercado de carnes. Faustino Santos, un carnicero amigo, los vio entrar a las 3:20 y mientras los gemelos afilaban sus cuchillos anunciaron que iban a matar a Santiago. Nadie les hizo caso porque pensaban que estaban borrachos, pero Faustino percibió una luz de verdad en la amenaza de Pablo Vicario y le comunicó lo ocurrido a un agente de la policía que pasó a comprar una libra de hígado para el desayuno del alcalde. El agente se llamaba Leandro Pornoy, quien fue a la tienda de Clotilde Armenta cuando los gemelos estaban sentados esperando.
Clotilde Armenta tenía una tienda que vendía leche al amanecer y víveres durante el día, y se transformaba en cantina desde las seis de la tarde. Esa mañana, Clotilde estaba levantada más temprano porque quería terminar de vender la leche antes de que llegara el obispo.
Los hermanos Vicario entraron a las 4:10 y éstos anunciaron, que andaban buscando a Santiago Nasar para matarlo. El agente Leandro Pornoy, que iba por la leche del alcalde, comprendió las intenciones de los hermanos y le avisó al coronel Lázaro Aponte. Éste se dirigió a casa de Clotilde y sólo les confiscó los cuchillos a los hermanos. Clotilde estaba desilusionada, pues esperaba que arrestaran a los gemelos hasta esclarecer la verdad del conflicto. Los hermanos Vicario habían contado sus propósitos a más de doce personas que fueron a comprar leche, y éstas lo habían divulgado por todas partes antes de las seis. A Clotilde le parecía imposible que no se supiera nada en la casa Santiago así que le mandó un recado urgente a Victoria Guzmán, la criada de Santiago, para alertar a Santiago del peligro. Clotilde no había acabado de vender la leche cuando volvieron los hermanos Vicario con otros dos cuchillos envueltos en periódicos.
Faustino Santos no pudo entender porqué habían vuelto los gemelos a afilar sus cuchillos, y al oírlos gritar que iban a sacarle las tripas a Santiago, creyeron que estaban borrachos y exagerando, sin embargo, Clotilde notó que los gemelos llevaban la misma determinación de antes para matar a Santiago.
Pedro Vicario, según declaración propia, fue el que tomó la determinación de matar a Santiago Nasar, y al principio su hermano no hizo más que seguirlo. Pero también fue él quien pareció dar por cumplido el compromiso cuando los desarmó el alcalde, y entonces fue Pablo Vicario quien asumió el mando.
Cuando los gemelos salieron de la porqueriza con los otros cuchillos, fueron a casa de Prudencia Cotes, la novia de Pablo Vicario. Prudencia ya sabía cuáles eran las intenciones de los hermanos y jamás se hubiera casado con Pablo si éste no hubiera cumplido como hombre. Prudencia Cotes se quedó esperando en la cocina hasta que los vio salir, y siguió esperando durante tres años hasta que Pablo Vicario salió de la cárcel y fue su esposo de toda la vida. De allí, los gemelos fueron a la tienda de Clotilde para esperar a su víctima. Santiago Nasar entró a su casa a las 4:20 después de haber estado, primero en la fiesta, después, junto con Luis Enrique, el narrador y Bedoya, fue a casa de los novios para reventar petardos en honor a los novios y finalmente estuvo en casa de María Alejandrina hasta pasadas las tres. Luis Enrique, por su parte, llegó muy borracho a su casa y se quedó dormido en el baño, mientras que el narrador permaneció en casa de María Alejandrina.
A las 5:30, Victoria Guzmán despertó a Santiago para ir a recibir al obispo, pero no le dijo nada con respecto al mensaje que habían enviado. Por otra parte, Luis Enrique había visto a los gemelos antes de regresar a casa, pero estaba tan borracho que no recuerda lo que le dijeron ni lo que él contestó. A la mañana siguiente, oyó sin despertar los primeros bramidos del buque del obispo. Después se durmió a fondo, rendido por la parranda y lo despertó un grito histérico de su hermana Margot que decía que habían matado a Santiago.

IV

Los estragos de los cuchillos fueron apenas un principio de la autopsia inclemente que el padre Carmen Amador se vio obligado a hacerle a Santiago Nasar por ausencia del doctor Dionisio Iguarán. Siete de las numerosas heridas eran mortales. Lo habían herido en el páncreas, el pulmón, el hígado, los brazos, la mano, etc. La autopsia se realizó dentro de una escuela pública del pueblo.
Entre tanto, los hermanos Vicario estaban encerrados en la cárcel, sin poder conciliar el sueño porque todo su cuerpo y sus ropas olían a Santiago, de hecho, todo el pueblo olía a Santiago Nasar. Pensaban que querrían matarlos en venganza a su acto. El temor de los gemelos respondía al estado de ánimo de la calle.
El coronel Aponte interrogó a la comunidad árabe para ver si tenían planeado tomar represalias en contra de los Vicario, pero dicha comunidad sólo sufría su pérdida.
La familia Vicario se fue completa del pueblo, hasta las hijas mayores con sus maridos, por iniciativa del coronel Aponte. Se fueron a Manaure sin que nadie se diera cuenta, cerca de Riohacha, donde estaban presos los gemelos. Allá fue Prudencia Cotes a casarse con Pablo Vicario cuando éste quedó absuelto. Pedro Vicario, sin amor ni empleo, se reintegró 3 años después a las Fuerzas Armadas, mereció la insignia de sargento primero.
Para la inmensa mayoría, sólo hubo una víctima: Bayardo San Román, quien después de haber regresado a Ángela, bebió tanto en la colina de Xius que lo encontraron en estado de urgencia por intoxicación etílica. La madre de Bayardo y sus hermanas fueron a acompañarlo en la pena. Después se marcharon del pueblo y tanto la casa en la colina como el coche convertible, se desintegraron con el paso de los años.
Después de 23 años, el narrador vio a Ángela Vicario en la terraza de una casa. Ella nunca hizo ningún misterio de su desventura y  la contaba a quien le preguntara con sus pormenores a excepción del secreto que nunca se pudo aclarar: quién fue, cómo y cuándo el verdadero causante de su perjuicio, pues nadie creyó que en realidad hubiera  sido Santiago Nasar, quien era demasiado altivo para fijarse en ella. Ángela contó que siempre se quedó grabada en su memoria la imagen de Bayardo y si lloraba o sentía pena, era por él. Ángela lo vio un día salir de un hotel, pero él no la vio. Nació todo de nuevo y ella se volvió loca de remate por él. A partir de entonces comenzó a escribirle, poco a poco las cartas se hicieron semanales, pero no había respuesta alguna. A Ángela le bastaba saber que él las estaba recibiendo, pero era como escribirle a nadie.
Una madrugada, por el año décimo, la despertó la certidumbre de que él estaba desnudo en su cama. Ángela le escribió entonces una carta febril de 20 pliegos en la que soltó sin pudor las verdades amargas que llevaba podridas en el corazón desde su noche funesta. Pero no hubo respuesta y a partir de entonces ya no era consciente de lo que escribía a ciencia cierta, pero lo siguió haciendo por 17 años.
Un medio día de agosto, mientras Ángela bordaba con sus amigas, Bayardo San Román, más gordo y viejo, apareció con una maleta con ropa para quedarse y otra maleta igual con casi dos mil cartas que ella le había escrito, ordenadas por fechas, en paquetes cosidos con cintas de colores y todas sin abrir.

V

La impresión general era que Santiago Nasar murió sin entender su muerte. Después de que le prometió a Margot que iría a desayunar, Cristo Bedoya se lo llevó del brazo por el muelle. Yamil Shaium, un árabe comerciante, fue el único que salió a esperar a Santiago para prevenirlo en cuanto escuchó el rumor. Cristo Bedoya, después de despedirse de Santiago, se dirigió a Yamil y apenas escuchó la información, salió corriendo de la tienda en busca de Santiago. Le pareció imposible que hubiera llegado a su casa en tan poco tiempo, pero de todos modos entró a preguntar por él, lo buscó en su habitación y tomó la pistola de Santiago para dársela en caso de necesitarla. Se encontró con Plácida Linero, pero no se atrevió a decirle acerca de la amenaza de los Vicario y sin más explicaciones se marchó a buscarlo. En la plaza se encontró con el padre Amador, pero no le pareció que pudiera hacer por Santiago Nasar nada distinto de salvarle el alma. Iba otra vez hacia el puerto cuando escuchó que lo llamaban los gemelos desde la tienda de Clotilde, así que Cristo Bedoya les dijo que tuvieran cuidado porque Santiago estaba armado. En la puerta del Club Social, Bedoya se encontró con el coronel Lázaro Aponte y le contó lo que acababa de ocurrir en la tienda de Clotilde. Aponte prometió ocuparse del caso, pero primero entró al Club Social para confirmar una cita de dominó y cuando volvió a salir ya estaba consumado el crimen. Cristo Bedoya cometió entonces su único error mortal: pensó que Santiago Nasar había resuelto a última hora desayunar en casa de Margot y fue a buscarlo allá. Al doblar la última esquina, reconoció de espaldas a la madre de Margot, pero ella, envuelta en lágrimas, le dijo que ya lo habían matado.
Mientras Cristo Bedoya lo buscaba, Santiago Nasar había entrado en la casa de Flora Miguel, su novia y futura esposa para la próxima víspera de Navidad. Flora Miguel despertó aquel lunes con los primeros bramidos del buque del obispo y poco después se enteró que los gemelos Vicario estaban esperando a Santiago para matarlo. Santiago acababa de dejar a Cristo Bedoya en la tienda de Yamil Shaium  y cuando entró a ver a su novia ella le aventó el cofre con las cartas de amor que le había escrito y le deseó que lo mataran. El padre de Flora Miguel le explicó a Santiago que los gemelos lo querían matar y que podía ocultarse allí o llevarse una escopeta para defenderse. Santiago salió rápidamente de allí y fue rumbo a su casa. Al dirigirse a su casa, lo vieron los hermanos y Clotilde le gritó a Santiago que corriera para salvarse. Cinco minutos antes, en la cocina, Victoria Guzmán le había contado a Plácida Linero lo que todo el mundo sabía. En la sala, donde estaba trapeando Divina Flor, la hija de Victoria Guzmán, vio a Santiago Nasar entrar por la puerta de la plaza. Placida Linero vio entonces el papel con la advertencia en el suelo, pero no pensó en recogerlo. A través de la puerta vio a los Vicario que venían corriendo hacia la casa con los cuchillos desnudos. Desde el lugar en que ella se encontraba, podía verlos a ellos, pero no alcanzaba a ver a su hijo que corría desde el otro ángulo hacia la puerta, y como pensó que él ya estaba dentro y que los gemelos querían meterse para matarlo dentro de la casa, corrió hacia la puerta y la cerró de un golpe. Estaba pasando la tranca cuando oyó los gritos de su hijo y los puñetazos de terror en la puerta, pero creyó que él estaba arriba insultando a los hermanos Vicario desde el balcón de su dormitorio y subió a ayudarlo.
Santiago necesitaba apenas unos minutos para entrar cuando se cerró la puerta. Los gemelos lo apuñalaban varias veces y esperaban que se derribara, pero éste no caía y según los hermanos, parecía que se estaba riendo. Cuando creyeron que ya lo habían matado se fueron corriendo hacia la iglesia. Santiago se levantó, sosteniéndose las entrañas, y trató de entrar por la puerta de la cocina, atravesó la casa de unos vecinos desconcertados por el bullicio y el aspecto de Santiago, y en cuanto entró a su casa, murió.

PERSONAJES 
 SANTIAGO NASAR: Personaje principal. Joven hombre de un pueblo en el Caribe, heredero de una finca y fortuna. Es asesinado por los gemelos Vicario. Creyente católico, gusta de la pachanga. Nunca supo que lo iban a matar hasta minutos antes de que ocurriera.
 ÁNGELA VICARIO: Personaje principal. Joven mujer que se casa con Bayardo San Román pero es regresada a su familia cuando su esposo se da cuenta de que no era virgen. Ángela era la más bella de cuatro hermanas, pero tenía un aire desamparado y una pobreza de espíritu cuando era joven. Cuando es más grande, es persistente al tratar de recuperar a su marido con las cartas que envió por 17 años y cuenta con descaro y desmesura su desventura pasada.
 BAYARDO SAN ROMÁN: Personaje secundario. Joven de familia rica que va al pueblo a buscar mujer para casarse. Es de mirada triste y muy orgulloso.

 PABLO Y PEDRO VICARIO: Personajes secundarios. Asesinan a Santiago Nasar para salvar el honor de su hermana. Son religiosos, moralistas y gustan de la pachanga.

 

NARRADOR: Personaje principal. Busca la verdad de los sucesos en el asesinato de Santiago Nasar y a base de entrevistas, conforma la historia. Primo de los Vicario y gran amigo de Santiago Nasar.

 


FRANKENSTEIN

Argumento:
La novela adopta una forma epistolar. Ubicada en la Europa del siglo XVIII y en plena efervescencia científica, el capitán de un barco ballenero escribe a su hermana Margaret sus vicisitudes y su encuentro con el físico Víctor Frankenstein, quien en busca del secreto de la vida y sin medir las consecuencias que esto le traerá, crea un nuevo ser con partes de otros seres humanos. El resultado es monstruoso y a partir de aquí se inicia una confrontación llevada hasta su extremo, un cuestionamiento filosófico y moral del hombre contra su creador que verá su fin hasta la trágica muerte de ambos.
Personajes principales:
Víctor Frankenstein: Apasionado por los avances científicos, se muda de Ginebra a Inglaterra para continuar sus estudios y llevar a cabo sus investigaciones sobre la vida humana. De carácter noble, su tranquilidad se ve interrumpida al darle vida a Frankenstein cuya sombra lo perseguirá desesperadamente a lo largo de su vida.
Frankenstein: Resultado de los experimentos de Víctor Frankenstein. Siente un profundo despecho por el rechazo de que es víctima por parte de los humanos a causa de su horrible aspecto. La relación con su creador es de amor y odio.
Elizabeth: Compañera de juegos y prometida de Víctor. Desde su corta edad es llevada a vivir con la familia Frankenstein, convirtiéndose en parte fundamental de ella. Es la última víctima de Frankenstein.
Alphonse Frankenstein: Padre de Víctor. Apoya a su hijo para continuar sus estudios fuera de Suiza. Su salud se va deteriorando a causa de los repentinos fallecimientos de sus seres queridos.
Henry Clerval: Amigo incondicional de Víctor. Se muestra solidario con él en los momentos de mayor confusión psicológica y enfermedad física en Ingolstadt. Se convierte en otras de las víctimas de Frankenstein.
Robert Walton: Capitan del barco ballenero que encuentra a Víctor en la última etepa de su vida. Viajan juntos y se convierte en su único confesor en esta terrible historia. Encuentra en Víctor el alma noble y el amigo que tanto ansiaba tener.

Personajes secundarios:
La familia de Felix: Campesinos que habitan una cabaña frente a la de Frankenstein, es de quienes aprende el idioma y los contradictorios sentimientos humanos. A causa del rechazo a Frankenstein por su impresionante aspecto físico, hacen nacer en él, el odio a la humanidad.

 Resumen de la obra por actos:
La historia inicia con una serie de cartas que el capitan Robert Walton envía a su hermana Margaret Saville en Inglaterra en donde le cuenta la situación sus venturas y desventuras en altamar y la conmovedora historia de su nuevo amigo y huesped Víctor Frankenstein.

Capítulos I al IV
Comienza Víctor a contar a Walton la historia de su vida. Quiénes fueron sus padres, su infancia y familia. Un día estando con su madre con quien visitaba familias de campesinos realizando obras de caridad, conocieron a Elizabeth Lavenza, una hermosa niña que había quedado huérfana. Elizabeth se muda con la familia Frankenstein convirtiéndose en un miembro más de ellos y para Víctor en su compañera de juegos y aventuras, creciendo en ellos un inmenso cariño que duraría hasta la muerte. Más tarde nacen sus hermanos Ernest y William. Conoce a quien sería su único amigo Henry Clerval. Tras la muerte de su madre, hecho que consterna a la familia, Víctor viaja a Ingolstadt, Inglaterra para continuar sus estudios de física y química, en donde conoce al profesor Waldman que le da la pauta para el conocimiento especializado de dichas materias y su aplicación en la ciencia. Víctor fascinado por sus nuevos conocimientos decide crear un nuevo ser basado en sus conocimientos y profundas investigaciones: Aunque poseía el secreto de dar alma a la materia, la construcción de un cuerpo para recibirla, con toda su red de fibras, músculos y venas, era una labor llena de dificultades . Dudé al principio entre intentar la creación de un ser como yo o uno de organismo más simple, pero mi imaginación estaba demasiado excitada por mi primer triunfo para permitirme dudar de mi capacidad para dar vida a un animal tan complejo y maravilloso como el hombre.

Capítulos V al XIX
Una vez terminada su creación, Víctor queda asombrado por la figura monstruosa y horripilante que acaba de nacer. Clerval llega a vivir a Ingolstadt y pacientemente, sin imaginar lo sucedido cuida de la salud de Víctor quien cae gravemente enfermo a causa de su fatal experimento. Recibe una carta de Elizabeth diciéndole cuánto lo extrañan y que espera que gracias a los cuidados de su amigo se restablezca pronto para que regrese a Ginebra. Le cuenta las novedades de los miembros de la familia y la llegada a casa de Justine una pequeña encantadora que ahora trabaja y vive con ellos, lo que provoca en Elizabeth una gran felicidad. Víctor se recupera poco a poco con el apoyo de Clerval quien cuida de él y lo reanima a salir de su estado depresivo. Víctor Frankenstein sólo espera la carta de su padre para avisarle que es buen momento para volver, pero a cambio recibe de él la triste noticia de que su pequeño hermano William ha muerto por asesinato.
Víctor viaja inmediatamente a Suiza, temiendo saber quién es el asesino de William, al encontrar las puertas de su pueblo ya cerradas por la noche, camina un poco en medio de la lluvia por los alrededores del sitio donde se supone encontraron a su pequeño hermano, y al estar frente a esa inmensidad repite el nombre del difunto evocando su recuerdo, un rayo ilumina a lo lejos, la gigantesca y deforme figura de su ahora enemigo. A la mañana siguiente Víctor, se encuentra con su familia que en pleno duelo, le cuentan a Víctor la terrible noticia de que Justine es la principal sospechosa del asesinato de William, ya que la encontraron durmiendo en un granero cerca del lugar de los hechos con la foto de la Sra. Frankenstein en el bolsillo, misma que el asesino le robará a William después de darle muerte. Víctor espantado asegura que Justine es inocente y dice saber quién es el verdadero asesino. Al no encontrarse pruebas a favor de Justine, ésta es sentenciada a muerte, más tarde por miedo acepta haber sido ella la responsable del asesinato, Elizabeth sufre una tremenda decepción al recibir la noticia pero va a verla acompañada de Víctor y Justine llora amargamente con su benefactora pidiéndole perdón y jurándole su inocencia de lo que Elizabeth siempre estuvo segura. Finalmente Justine muere como culpable. Víctor sin poder resistir la desesperación que lo abruma, viaja a los alpes en busca de un descanso que lo ayude a olvidar por unos momentos, su trágico destino al recordar los paisajes de su infancia cuando su vida transcurría en completa felicidad.

Capítulos X al XVII
Víctor intentando olvidar su pena entra en una serie de cuestionamientos acerca del ser humano, sus temores y sus impulsos y en esa etapa de contemplación que involucra la majestuosidad del paisaje, hace un ruego a ala vida y al término de sus palabras divisa a lo lejos la figura sobrehumana de Frankenstein que le suplica lo escuche y se compadezca de su sufrimiento, ya que argumenta que si alguien ha sufrido las consecuencias de su experimento es él mismo. Finalmente Víctor acepta escucharlo y Frankenstein inicia su relato.
Recuerda lo difícil que fue darse cuenta de su condición de humano y empezar a distinguir, los olores, las luces, los sonidos, conseguir los alimentos y entender un poco lo que empezaba a vivir. Después de su primera experiencia con los humanos que desde un principio le demostraron su rechazo, anduvo por los campos hasta divisar una comunidad con pequeñas aldeas, se instaló cuidando que su choza estuviera lo suficientemente cubierta a los ojos de los demás y desde ahí dentro se dedicó a observar a la cabaña vecina a través de una ventana, pudo conocer así, el idioma y el comportamiento humano por quienes sentía una fuerte atracción, llegando a alegrarse por sus dichas y compartiendo sus infelicidades. La familia vecina, estaba compuesta por el padre, hombre mayor, ciego y que tocaba la flauta de una manera que hacía estremecer el corazón de Frankenstein; Felix, hijo del hombre mayor y hermano de Agatha, la más jóven de la casa. Tiempo después llega Safie, al parecer esposa de Felix. Poco a poco fue creciendo el estima y el respeto de Frankenstein a la familia, a quienes ocasiones y sin que notaran su presencia, ayudaba, acercándoles alimentos frescos y leña que él mismo cortaba. La idea de poder acercarse a ellos y demostrarles su gratitud y cariño le robaba horas de sueño. Varias días estuvo planeando el momento en que se presentaría a la familia vecina. Llegó a la conclusión de que el momento propicio sería estando solo el anciano, ya que a causa de su ceguera no lo juzgaría por su aspecto físico sino por sus buenos sentimientos. Así pues, una tarde en que todos salieron de paseo Frankenstein tocó la puerta de la cabaña y haciéndose pasar por un viajero en busca de un descanso, el anciano lo recibe amablemente e inician una charla amistosa acerca de la supuesta familia del viajero que teme no ser bien recibido, el anciano le pregunta de quiénes se trata y Frankentein desesperado porque se acercan ya las voces de los demás, le suplica a gritos que por favor lo salve. Al entrar la familia se horrorizan de lo que ven, Safie cae desmayada, Agatha sale gritando y Felix queriendo defender a su padre toma su bastón y arremete contra Frankenstein que sale huyendo hasta su hogar. Tiempo después se entera al escuchar una conversación que sus vecinos huyeron de la cabaña por dicho acontecimiento, temiendo por su tranquilidad y seguridad del padre.
Continua su relato y llega a la parte en que mata a un niño que forcejeando con él le dice que es hijo del señor Frankentein así que, encontrando en su muerte una posibilidad de venganza lo mata y le roba un retrato de una hermosa mujer que deposita más tarde en la ropa de una joven dormida. Al terminar esta historia, Frankenstein le suplica a su creador le fabrique una mujer igual a él para así no sentirse tan solo y despreciado por todos y poder borrar sus ideas de venganza y odio contra él y el mundo entero. Una mezcla de sentimientos y numerosas imágenes cruzan por la mente de Víctor, quien por un momento cree que efectivamente el hacer una compañera para Frankenstein lo alejará de él y su familia para siempre, por lo que promete cumplir su deseo.

Capítulos XVIII al XXI
A su regreso a Ginebra, Víctor se halla mucho más animado lo que provoca alegría en su padre, quien le recuerda a Víctor el viejo compromiso que tiene con Elizabeth, haciéndole saber que nada sería más dichoso para la familia en esos momentos que su esperada unión. Víctor está convencido de su amor por Elizabeth y dice a su padre que se casará con ella apenas llegue de su viaje, ya que un imprevisto lo manda de regreso a Inglaterra por un tiempo. Elizabeth feliz por la noticia de su boda y a la vez preocupada por Víctor se despide de él acordando ambos su próximo enlace. Víctor y Henry emprenden un viaje por Inglaterra y se despiden en Escocia para que Víctor pueda terminar su trabajo y viéndose libre, regresar a Ginebra. Estando en su laboratorio Víctor se cuestionó las posibles consecuencias de crear otro ser igual al asesino de su hermano y tomando en cuenta que no podría controlar la vida y los buenos o malos sentimientos de la que vendría, pensó entonces en desistir de su promesa por el bien de la humanidad y de su propia familia. Al ver la presencia en la ventana de su perseguidor y convencido que no volvería a crear a un ser tan miserable, destruyó el cuerpo que estaba trabajando, lo que despertó la ira de Frankenstein quien juró vengarse diciéndole: "estaré a tu lado en tu noche de bodas" y se fue.
Víctor recibió una carta de Henry que le pedía abandonara Escocia y regresara con él a Londres, dos días después Víctor se embarca sin rumbo fijo con un mal presentimiento de que algo espantoso va a pasar. Con el sol en lo alto divisa una población cercana lo cual le da la tranquilidad de que ha llegado a una nueva población, pero al desembarcar el recibimiento por parte de los habitantes de dicho lugar es agresivo y le piden se presente ante el juez a declarar por el reciente asesinato de un hombre y cuyos testigos aseguran haber visto a un hombre solo en una barca cerca del lugar del asesinato. Víctor sin entender nada es llevado con el juez que le confirma su sospecha y al ser llevado a reconocer el cuerpo de la víctima, Víctor se horroriza al ver que dicho cuerpo es el de su entrañable amigo Henry Clerval. Cae enfermo de gravedad y su padre llega a visitarlo preocupado por la salud de su hijo y asombrado por la noticia de la muerte de Henry. Gracias a la compañía de su padre, Víctor logra recuperarse y finalmente sale libre al comprobarse su estancia en otro pueblo a la hora del crimen.

Capítulos XXII al XXIV
De regreso a Ginebra se llevan a cabo los preparativos para la boda de Víctor y Elizabeth, lo que mantiene a Víctor preocupado al recordar la amenaza de Frankenstein. La boda se celebró en paz y en su luna de miel se dirigieron a unas tierras cerca del Monte Blanco, herencia del padre de Elizabeth. Víctor en su inquietud, temiendo lo que ocurriría, pide a Elizabeth se vaya al otro cuarto para no presenciar su lucha con Frankenstein, por lo que Elizabeth obedece y más tarde se escucha un estremecedor grito desde aquella habitación, ya que Frankenstein cumplió su amenaza. Después del terrible fallecimiento de Elizabeth, el papá de Víctor que adoraba a la recién fallecida, cae terriblemente enfermo y muere. Víctor promete vengar la muerte de su familia y va en busca de su enemigo. Después de un largo recorrido consiguiendo sólo acercarse a él, es rescatado por un barco que lo ve en peligro de morir ahogado en los témpanos de hielo. Se recupera un poco y cuenta a Robert Walton, capitán de dicha embarcación su larga y desdichada vida, hasta que víctima de la enfermadad, agradece a Walton sus bondades y muere.

Walton continua su intercambio epistolar con su hermana contándole toda la historia que conoce y escucha un fuerte ruido, es Frankenstein que llora la muerte de su creador y pidiéndole perdón dice que el tampoco debe vivir, así es que pone fin a su tormentosa vida arrojándose desde la ventana hasta el témpano próximo del barco, perdiéndose en la oscuridad arrastrado por las olas.
 Para que te luzcas

  • Mary Wollstonecraft Godwin se convierte en Mary W. Shelley por su unión con el famoso escritor Percey B. Shelley, que junto con Lord Byron y John Keats integraba el grupo más importante y significativo del romanticismo inglés de principios del siglo XIX.
  • Esta historia fantástica surgida de la imaginación de Mary W. Shelley a partir de sus pesadillas y deseos de construír una historia estremecedora que planteara el misterio de la condición humana, se ha convertido en un clásico del cine y la televisión por su tema terrorífico.
OTROS LIBROS:
http://insegnantespagnolo.blogspot.com/2011/09/cronica-de-una-muerte-anunciada-primera.html

http://insegnantespagnolo.blogspot.com/2011/09/juventud-en-extasis-de-carlos-cauhtemoc.html



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